ÁRBOL DEL NEEM. El árbol del siglo XXI. PROPIEDADES DEL ACEITE ESENCIAL Y USOS.

Sello - Arbol de Neem¿Qué es el Neem?

    El árbol Neem, también llamado nim o Margosa, pertenece, como la caoba, a la familia de las meliáceas. El nombre latino de Neem - Azadirachta índica - deriva del persa, que significa literalmente: "El Árbol Libre de la India". Los productos hechos de neem han probado tener propiedades médicas; tales como: antihelmíntico, fungicida, antidiabético, antibacterial, anticonceptivo, y sedativo, entre otras. Los productos derivados del neem son considerados como los componentes más importantes de la medicina ayurvédica, y se prescriben especialmente para enfermedades de la piel.
Historia del Neem
    El Neem, una de las plantas medicinales más antiguas y usadas en el mundo, empleada como uno de los ingredientes más importantes en las preparaciones ayurvédicas, se lo ha querido y respetado en la India desde hace más de 4.000 años.

    Hoy en día, Ayurveda es reconocida mundialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por la Organización Europea de Medicinas Complementarias (EHPA), por el Centro de Medicinas Alternativas y Complementarias de EEUU (NCCAM) y por todos los gobiernos del mundo como la primera medicina alternativa del mundo por su valor terapéutico y por ser la promotora de la salud interna y la belleza externa de todo ser humano.

 La primera evidencia de la seguridad del Neem, es su extenso uso en la India, por lo menos en los últimos cuatro mil años, por seres humanos y animales. Las hojas son comidas por los animales como forraje, mientras que la fruta es engullida por aves y humanos (Ketkar,1976). Las semillas, frutas y hojas son utilizadas ocasionalmente como un condimento amargo en algunas de las comidas picantes de la India. Mahatma Gandhi comía regularmente chutney con hojas de Neem para la salud general (TGSP). Después de las comidas mucha gente come una o dos semillas de frutas de Neem para ayudar a la digestión y matar las bacterias de la boca.

Los productos de Neem han tocado la vida diaria de casi todos los Hindúes desde periodos históricos hasta nuestros días. Las hojas de Neem son añadidas a granos y alubias para ahuyentar a los insectos que los devoran durante su almacenaje. Mientras que los países occidentales utilizan pesticidas sintéticos para proteger cosechas almacenadas.

En la India, el aceite de Neem ha sido utilizado para curar enfermedades y fortalecer el organismo, de manera similar a como el aceite de ricino fue utilizado por las madres europeas y americanas. Se daba una cucharadita a los niños para casi cualquier complemento. (El Neem sabe mucho peor que el aceite de ricino, así que los niños en la India tienen que estar realmente enfermos antes de ingerirlo). A pesar de que los estudios actuales muestran que ésta no sería una práctica segura para los infantes, el aceite de Neem sigue dándose rutinariamente por las madres para combatir enfermedades.

Un baño caliente con hojas de Neem es una práctica habitual en la India. Cuando existan condiciones en la piel, desde reacciones alérgicas hasta severas enfermedades de la piel, un baño con Neem es una práctica general. No han existido informes de problemas aplicando hojas o aceite de Neem en la piel. De hecho, cuando es aplicado parece que cura cualquier problema que ésta pueda padecer. La seguridad del Neem aplicado sobre la piel no deja lugar a ninguna duda, para cualquier alergia o enfermedad dermatológica, el Neem es considerado una cura eficiente.
Neem, el árbol del siglo XXI
La azadirachta índica, más conocida como margosa o árbol del nim, por sus propiedades intrínsecas, es sin duda un tesoro biológico, constituye en sí mismo una auténtica y completísima farmacia. Posee alcaloides como la margosina y otras sustancias activas capaces de combatir eficazmente más de 60 enfermedades y dolencias comunes, tales como la tuberculosis, el sarampión, la lepra, la malaria, la diabetes, la bronquitis, los parásitos intestinales, la hipertensión, la artritis, la piorrea, la sinusitis, la sífilis, las hemorroides, la psoriasis, la tiña, úlceras, tumores y un larguísimo etcétera. Difícilmente encontraremos otro recurso vegetal tan completo y versátil, con tantas aplicaciones terapéuticas.

El neem ha sido declarado por las Naciones Unidas como “el árbol del siglo XXI”. Y es que, como dijera un investigador de la Academia Americana de la Ciencia, “si hubiera que salvar una única planta de una hipotética catástrofe mundial, no habría ninguna duda sobre la elección: el árbol del neem”.

Entre los amantes del neem se encuentran personajes notables, como Mahatma Gandhi, que regularmente usaba una salsa picante con hojas de neem para condimentar sus comidas. O, más recientemente, la ecologista y Premio Nóbel Alternativo Vandana Shiva quien, oponiéndose al intento de las multinacionales de patentar los compuestos activos de esta planta, se jacta de que: “la India siempre ha compartido con la comunidad mundial el árbol del neem y el conocimiento adquirido durante generaciones sobre sus innumerables posibilidades de uso”. En occidente, el uso médico del neem ha sido recomendado por los más prestigiosos divulgadores de las medicinas naturales o alternativas, como el Dr. Deepak Chopra o el Dr. Andrew Weil.

Y es que, en el terreno de la salud, pocas cosas hay para las que el neem, sus extractos y sus aceites, no sean un buen remedio. En uso externo, para la piel, el cuero cabelludo y las articulaciones. En uso interno, para la boca y el estómago, los pulmones, los riñones, el corazón... Es asombroso cómo un solo árbol puede ofrecernos tantos remedios. Todo en el neem es aprovechable: las hojas, las ramas, las semillas, la corteza... Cada una de las partes de este árbol contiene potentes sustancias muy activas contra múltiples patógenos.

El neem tiene, entre otros, efectos bactericidas, antiinflamatorios, antivirales, antipiréticos, insecticidas y fungicidas. En la cultura y la medicina ayurvédica el neem se conoce y viene siendo utilizado desde hace más de 5.000 años. Un viejo refrán popular del sánscrito dice: “Ivasthyamdadati de nimbati”, lo que traducido significa “el neem proporciona buena salud”.

Pero el neem no sólo es útil para la salud humana. La madera es muy apreciada en la fabricación de muebles (no olvidemos que el neem está emparentado con la caoba). También sirve como alimento para hombres y animales, se utiliza en medicina veterinaria, en la elaboración de cosméticos y sobre todo en la moderna industria de los fitosanitarios ecológicos.

A partir del neem se elaboran insecticidas, fungicidas y fertilizantes de extraordinario valor para la agricultura y la jardinería integral o biológica. Actualmente existen en el mundo 18 millones de árboles del neem. La mayoría se encuentran ubicados en el subcontinente indio de donde son originarios, pero también son numerosos en Oriente Medio y en Asia suroriental, África subsahariana, Australia, Centroamérica y Sudamérica (sobre todo en el área del Caribe) y en algunas islas del índico, el Pacífico y el Atlántico como Mauricio, Fiji o Haití respectivamente. Así pues, el árbol del neem se cultiva hoy en día por todo el planeta, a lo largo de la franja comprendida entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio.

El neem es además un árbol muy apreciado por los ambientalistas y ecologistas. Purifica el aire, ayuda a combatir la contaminación ambiental y enriquece los suelos, ayudando a restaurar áreas degradadas por la erosión o por el abuso de pesticidas químicos. Quienes habitan en climas cálidos conocen muy bien su capacidad para dar sombra y refrescar la atmósfera. Se dice que durante los meses de verano, la temperatura debajo de un árbol del neem puede llegar a ser hasta 10º centígrados inferior a la temperatura circundante.

En la India, muchas familias cuelgan ramitas del neem en la puerta de sus hogares como escudo protector contra la contaminación ambiental. También es habitual plantar el neem en el jardín familiar para mantener el aire de la vivienda limpio de impurezas y, de paso, ahuyentar a los insectos.

En los años 80, un filántropo saudí seguidor de Mohammed Nabi plantó alrededor de 50.000 árboles del neem en los llanos de Arafat, un desértico paraje cerca de la Meca, para proporcionar sombra y frescor a los peregrinos musulmanes. Este lugar santo es ahora un espacio confortable en el que acampan cada año dos millones de peregrinos.

Estas plantaciones han tenido un marcado impacto positivo en el microclima del área, la microflora y la microfauna, mejorando sensiblemente la fertilidad y las características de los suelos arenosos.

El neem es agradable a la vista, embellece el paisaje, proporciona paz y serenidad a las personas y sirve de refugio a muchos organismos beneficiosos, a pájaros, insectos, pequeños mamíferos, etc. Las abejas construyen en ellos sus panales, que de esta forma quedan protegidos contra las infecciones, y producen en ellos miel de excelente calidad.

La carne dulce de los frutos del neem sirve de alimento a aves e insectos, mientras que ciertos roedores se alimentan con su corteza y sus ramas. Las hojas secas del neem, al caer, forman un manto sobre la tierra que mejora la fertilidad de los suelos y su contenido orgánico. El árbol tiene la apariencia de unmicrocosmos vivo.

El neem crece tan rápidamente que en 6 años puede alcanzar 10 metros de altura y desarrollar un volumen, ramas incluidas, de 12 metros de diámetro. Sin embargo, goza de una larga vida; puede sobrevivir hasta 200 ó 300 años. Por su robustez y sus especiales características, es una especie muy valiosa para la selvicultura de las zonas cálidas, ideal para programas de repoblación forestal, para rehabilitar suelos semiáridos y restaurar áreas degradadas, amenazadas por la desertificación.

En el verano de 1987, el Estado Indio de Tamil Nadú padeció una severa sequía que terminó por arruinar gran parte de la vegetación existente. Sin embargo, los árboles del neem no sólo sobrevivieron, sino que además, para asombro de los moradores, crecieron de forma ostentosa. También a finales de los años 80, en Níger, los árboles del neem fueron plantados en hileras dobles a lo largo de 500 kilómetros sobre el valle de Majjia para proteger las cosechas de mijo. Como consecuencia, la producción de grano se incrementó en cerca de un 20 por ciento. En el litoral de Kenia y en Tanzania se han llevado a cabo reforestaciones similares con el árbol del neem para fortalecer los suelos áridos y mejorar las cosechas, obteniéndose exitosos resultados.

En zonas de bajas precipitaciones, la repoblación con árboles del neem ofrece ventajas indiscutibles. En Somalia y Mauritania el neem se ha utilizado con éxito para detener la extensión del desierto del Sáhara. En éste último país, hace algunos años, una plaga de langosta arruinó por completo la masa forestal de una extensa región. Por sus propiedades insecticidas, los árboles del neem fueron los únicos supervivientes de la catástrofe ecológica. El neem no sólo es útil en selvicultura. Desde hace centenares de años los hindúes plantan este árbol en las ciudades, a lo largo de bulevares y avenidas, en plazas y mercados, tanto por sus cualidades ornamentales como por los beneficios que proporciona: sombra permanente, frescor y cobijo.

Ya en el siglo III antes de Cristo, el emperador Ashoka ordenó que el neem fuera plantado a lo largo de las carreteras y los caminos reales de la India antigua. En la actualidad, sus posibilidades como materia prima para la elaboración de biopesticidas suscitan un creciente interés. Entre 1994 y 1997 se desarrolló en Europa el proyecto “Aztec” (Azadiraschtin Technology) subvencionado por la Dirección General XIII de la Comisión Europea para explorar su potencial aprovechamiento como biopesticida. Proyecto en el que colaboraron industrias, universidades y centros de investigación de diversos países europeos.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que la azadiractina es un biopesticida natural presente en el árbol del neem que ha demostrado constituir una alternativa válida frente a la utilización de pesticidas sintéticos más agresivos para el medioambienteLa azadiractina es una molécula compleja que ha resultado imposible de reproducir por síntesis química. Este compuesto activo ha demostrado ser inofensivo para los vertebrados en general y los mamíferos -incluido el hombre- en particular, pero resulta ser efectivo contra cerca de doscientas especies de insectos nocivos para las plantas al tiempo que respeta la fauna auxiliar (mariquitas, abejas, etc.). También es eficaz contra los hongos.

Por otra parte, el árbol del neem puede ser aprovechado para la producción de biomasa. Dependiendo de las características del terreno, el espacio, la pluviosidad y otros factores, los árboles crecidos del neem pueden producir decenas de toneladas de biomasa, de las que cerca del 50% se obtiene de las hojas y el 50% restante del tronco y los frutos.
Insecticidas basados en la Azadirachtina fueron los primeros productos de neem que llegaron a ser aprobados por la Agencia Estadounidense de Protección del Medio Ambiente

Los extractos naturales obtenidos de la semilla del árbol de neem - o nim - son el ingrediente fundamental en los nuevos productos comerciales registrados por la Agencia de Protección de Medio Ambiente para el control de plagas y enfermedades en Estados Unidos. Investigadores del ARS fueron los primeros en promover el uso de la semilla de neem como una alternativa frente a las sustancias químicas. Uno de los hallazgos fue que los extractos de neem pueden controlar plagas tales como la mosca blanca, pulgones, cochinilla blanca y ácaros. Otro descubrimiento fue que el neem puede proteger cultivos ornamentales y alimenticios contra enfermedades de hongos (micosis) tales como la roya y el oídio que atacan a las hojas. 

En 1987, investigadores demostraron la actividad sistémica de un extracto de la semilla de neem, conteniendo azadiractina, contra las moscas minadoras. Las larvas alimentadas de plantas cuya tierra fue tratada con azadiractina, raramente sobrevivieron hasta la edad adulta

El aceite de neem es un pesticida botánico obtenido de un extracto de la planta Azadirachta índica. Dado que no afecta significativamente a humanos, mamíferos o insectos beneficiosos, los granjeros usan el aceite de neem como un insecticida y fungicida para mantener alejadas plagas como los pulgones o la mosca blanca. El aceite de neem incluso protege los cultivos de infecciones de hongos tales como la roya y el mildiu. La gente también usa insecticidas con aceite de neem como repelentes de mosquitos y piojos.

La planta que proporciona el aceite de neem es originaria del Sudeste Asiático. La gente de estos países ha disfrutado, durante cientos de años, de los beneficios de machacar las hojas y tallos del árbol de neem, y ponérselos sobre la piel para mantener alejadas las picaduras de insectos como el mosquito. Un uso comercial e industrial más amplio se le encontró al potente aceite de neem, al machacar las semillas de la planta de neem. Cuando el aceite es destilado de las semillas, su mezcla concentrada contiene elevadas cantidades del ingrediente activo azadiractina.

El aceite de neem, rico en azadiractina, puede ser rociado sobre los cultivos como un sustituto orgánico, en lugar de otros insecticidas, químicos que podrían ser cancerígenos o tener usos limitados. El aceite de neem es repelente de insectos dañinos como la mosca blanca, mosquitos, pulgones, ácaros, y gorgojos; así como también, para reforzar las cosechas contra roya, botritis, mildiu y filoxera. Los cultivos comestibles de vegetales no se contaminan cuando se utiliza aceite de neem.

El aceite de neem hace que el sabor de las plantas sea más amargo, así las plagas no las comerán, empleándose como insecticida de contacto. La azadiractina también interrumpe la transición de los insectos entre sus diferentes estados de metamorfosis, como el paso de larva a crisálida. Impide que los insectos desarrollen un exoesqueleto más duro, y que se reproduzcan. Cuando el aceite es absorbido a través de las raíces de las plantas, actúa como un insecticida sistémico. Lo que implica que los cultivos no necesiten ser fumigados constantemente.

Otra gran ventaja del uso del aceite de neem es que no perjudica a los insectos beneficiosos. Las mariposas, lombrices y abejas ayudan a las plantas en la polinización y absorción de nutrientes. Los escarabajos “mariquitas” y los lacewings (crisopos verdes) comen los insectos cuando éstos intentan comerse las cosecha

El aceite de neem también se emplea en cosmética y productos para el hogar. Lociones y  esprays para la piel usan el aceite como un insecticida suave que no provoca erupciones cutáneas. Si se empapan bolas de algodón con aceite de neem y se colocan en el armario, impedirán que las polillas se coman los vestidos. Como el aceite de neem tiene un ligero olor a ajo, mucha gente lo preferirá a otras alternativas químicas más fuertes.

USO COMO FUNGICIDA
En lugar de usar cobre, sulfuro, o incluso tratamientos sistémicos, el tratamiento ecológico basado en el aceite de neem se usa en frutales, nueces, vegetales, plantas de especias, rosales, plantas de interior, árboles ornamentales, todo tipo de flores y arbustos. Y, es especialmente indicado en los viñedos contra el oídio y mildiu, que atacan a las cepas de uvas, no solamente como preventivo, sino también como un eficaz tratamiento curativo. De esta manera, cuando una planta se vea afectada por alguna de estas plagas, el método más eficaz sería tanto el uso de aceite de neem como tratamiento de contacto basado en la fumigación, así como también el riego del mismo producto que hará el efecto de tratamiento sistémico, siendo absorbido desde las raíces hacia todas las partes de la planta.

El aceite de neem es, por lo tanto, un fungicida efectivo para la prevención y control de varias enfermedades producidas por los hongos, incluyendo oídio, mildiu, moteado negro, botritis o podredumbre gris, antracnosis, roya, leaf spot (mancha foliar),  filoxera y alternaria.

JARDINERÍA ECOLÓGICA
"...en numerosos ensayos, una fumigación de 1 por ciento de aceite de neem en agua "detuvo el 95 por 100 de oídio en hortensias, lilas, y flox."


Una única aplicación fue suficiente para proteger estas plantas ornamentales de la infección. Aplicaciones repetidas en intervalos de 7 a 14 días durante el crecimientos de las plantas, proporcionó protección contra la enfermedad, sin ningún daño a las plantas. En las plantas donde el oídio había comenzado a desarrollarse, "fue eliminado, proporcionando un control comparable al que se consigue utilizando fungicidas químicos."

El oídio, que también ataca a los mirtos y rosales, provoca que las hojas se pongan blancas. Los resultados preliminares indican que el aceite de neem detiene y controla los hongos que afectan a estas populares plantas ornamentales, especialmente en zonas húmedas.

Esta investigación comenzó en cooperación con el entomólogo del ARS Hiram Larew, también demostró que el aceite de neem puede reducir el daño causado por varias plagas, incluyendo la araña roja.
Araña roja - vista microscópica
"En ensayos preliminares, un 2 por ciento de spray de aceite de semilla de neem, aplicado directamente sobre los huevos de las arañas rojas, provocó un 87 por ciento de mortalidad".

Las investigaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos con pesticidas naturales derivados de las plantas, tales como la nicotina, comenzaron en los años 1920. Siendo a partir de 1975, cuando se iniciaron las evaluaciones sobre la capacidad de los productos extraídos de la semilla de neem para matar insectos. Muchas plagas de insectos pueden sufrir los efectos de la azadiractina, incluyendo ácaros, escarabajos, orugas, insectos chupadores como los pulgones, cochinillas, áfidos y psilidos; o la mosca blanca.

TRATAMIENTO DE PLAGAS
Las semillas y hojas del árbol de Neem contienen muchos componentes que son útiles para el control de las pestes. A diferencia de los insecticidas químicos, los componentes del neem actúan sobre el sistema hormonal de los insectos, no sobre el sistema nervioso o digestivo, y por lo tanto no originan el desarrollo de resistencia en las futuras generaciones. Estos componentes pertenecen a la clasificación general de productos naturales llamados "limonoides".

Con los limonoides presentes en el neem se elaboran efectivos insecticidas, pesticidas, nematicidas y fungicidas, que además son inocuos para el medio ambiente. Los limonoides más significativos encontrados en el neem, con probada capacidad para bloquear el crecimiento de los insectos, son: la azadiractina, salanina, meliantriol y nimbina. La azadiractina se considera actualmente como el agente más importante, extraído del neem, para el control de los insectos. ‘Parece tener eficacia en más del 90% de las plagas. No mata los insectos –o, al menos, no inmediatamente–, en lugar de ello, sirve tanto de repelente, como para interrumpir su crecimiento y reproducción. Investigaciones realizadas durante los últimos años, han demostrado que es el regulador y disuasor más potente, nunca ensayado. Repelerá o reducirá la alimentación de muchas especies de plagas de insectos, así como de algunos nematodos. De hecho, es tan potente que una mínima cantidad de azadiractina evita que los insectos incluso toquen las plantas.’
Ciertas hormonas son necesarias para el crecimiento y desarrollo de los insectos. Estas hormonas controlan el proceso de metamorfosis en que los insectos pasan de larvas a adultos. La azadiractina bloquea las partes del cerebro de los insectos que producen estas hormonas vitales. Como resultado, los insectos son incapaces de transformarse. Es a través de estos sutiles efectos hormonales, cómo este importante compuesto de neem rompe el ciclo vital de los insectos. Las poblaciones de insectos disminuyen drásticamente al ser incapaces de reproducirse.

El meliantriol y la salanina actúan como poderosos agentes inhibidores del proceso de alimentación. La nimbina, al igual que la nimbidina (otro componente del neem) tienen propiedades antivirales.

Bloquear la transformación de las larvas, se considera que es una de las cualidades más importantes del neem, que puede usarse para eliminar muchas especies de plagas. Los productos del Neem son inocuos para la mayoría de los insectos beneficiosos, los humanos y demás mamíferos, excepto ciertos integrantes de la vida marina, como cangrejos, langostas, pescados y renacuajos.
A pesar de tener una gran selectividad, los derivados del neem afectan aproximadamente a unas 400 ó 500 especies de plagas pertenecientes a Blattodea, Caelifera, Coleoptera, Dermaptera, Diptera, Ensifera, Hetroptera, Homoptera, Hymenoptera, Isoptera, Lepidoptera, Phasmida, Phtniraptera, Siphonoptera y Thysanoptera, ostracodos, arañas y nematodos, especies nocivas de lombrices y hongos, incluyendo el productor de afllatoxina, asperguillus flavus.



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